¿VAN LAS CÁRCELES A LA MISMA VELOCIDAD "IGUALITARIA" QUE EL RESTO DE LA SOCIEDAD?

CURSOS Y LABORES: ¿SISTEMA TRADICIONAL?

Según el Consejo de Europa de 1998 la transversalidad de género es: "la (re)organización mejora, desarrollo y evaluación de los procesos políticos para incorporar, por parte de los actores involucrados normalmente en dichos procesos, una perspectiva de igualdad de género en todos los niveles y fases de todas las políticas".

Los cursos que se destinan a las reclusas privadas de libertad están fuertemente marcados por los roles de género. En su mayoría son cursos de cocina, corte y confección, estética y cosmética, elaboración de material del hogar, muñecas de trapo, flores... Las actividades culturales, por su parte, acostumbran a ser talleres de maquillaje, trabajos manuales…También  los talleres productivos de las cárceles españolas (elaboración de uniformes de trabajadores penitenciarios, fundas de colchón y almohada, montaje de equipos informáticos, flores…) y los empleos remunerados dentro de un centro penitenciario (fontanero, herrero, electricista, lavandera, limpiadora, costurera…) son claramente labores diferenciadas entre internos e internas.

Los programas formativos u ocupacionales que ellos realizan son más diversos y ayudan, de forma más eficaz, a su futura reinserción. Se tratan de talleres como la construcción o la carpintería así, como anuncia Almeda (2002) en su libro Corregir y castigar el ayer y hoy de las carceles de mujeres, se reproducen los estereotipos sociales de género que las reafirman y recluyen en sus roles domésticos.

Según un Informe Especial realizado por el Defensor del Pueblo de Andalucía, en el año 2006 no existían muchas actividades de formación profesional en la comunidad autónoma respecto de sus centros penitenciarios, ni de mejora de las posibles ocupaciones profesionales futuras de las presidiarias en dichos centros. La mayor parte estaban financiadas o bien por Fondos Sociales Europeos o por el Organismo Autónomo Penitenciario.

En el mes de Noviembre del año 2008, se encomendó a la subdirección General de tratamiento y gestión penitenciaria la elaboración del Programa de acciones para la igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito penitenciario . Este programa se diseñó para los años 2008-2011 con la colaboración del Ministerio de Igualdad. Cabe decir que no se cuenta con la existencia de un segundo programa que prolongue sus acciones hasta la actualidad y es que pese a la existencia de legislación y programas en materia de igualdad en los centros penitenciarios españoles, no existe un escrupuloso cumplimiento de los mismos. 

Las prisiones españolas siempre quedan en segundo plano respecto de la sociedad en libertad. Pese al comienzo y desarrollo de políticas de igualdad de género hace ya algunos años, dentro de los establecimientos penitenciarios aún no han llegado de una forma real, efectiva. Los trabajos que se realizan dentro por parte de los/as reclusos/as siguen siendo claro ejemplo de diferencia de roles. Pero esto no se puede justificar con un ámbito familiar y social del que provengan (en mayor o menor medida de contextos patriarcales) ya que durante su condena pueden realizar cursos de oficios varios, practicarlos intramuros e incluso establecer una relación laboral una vez concluidos dichos cursos. 

Sin embargo, sólo hay que darse una vuelta dentro de una prisión para encontrar internos recogiendo los contenedores de basura, internos tirando de carros para reponer los economatos, internas entrando por la puerta de la lavandería o internas en una mesa enseñando a hacer un dobladillo a otras internas. A la salida y dependiendo de la hora, posiblemente nos cruzaremos con las limpiadoras del centro, empleadas de la calle contratadas por la administración en su inmensa mayoría mujeres.

Sólo con la aplicación efectiva en cuanto a paridad de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, u ofreciendo talleres de igualdad laboral similares a los que se pueden encontrar en la calle, las prisiones avanzaría en igualdad de género y no seguirían anquilosadas en épocas pasadas,