LA IGUALDAD ENTRE FUNCIONARIOS Y FUNCIONARIAS DE INSTITUCIONES PENITENCIARIAS Y LA UNIFICACIÓN DE ESCALAS EN EL CUERPO DE AYUDANTES

Real Decreto 1836/2008, de 8 de noviembre, por el que se establecen criterios para la aplicación de la integración de las extintas escalas masculina y femenina del Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias.


Mediante el anterior decreto, que entró en vigor del 21 de noviembre de 2008, quedan extintas las escalas masculina y femenina del cuerpo de ayudantes de instituciones penitenciarias, lo que en la práctica quiso decir que las funcionarias podían trabajar con internos y los funcionarios con internas.
Hoy día 9 de junio de 2020, la igualdad en la práctica no es consecuente con el alma del Real Decreto nombrado, ni se lleva a cabo una igualdad entre internos e internas ni entre funcionarios y funcionarias.

Los puestos de trabajo con mayor número de incidentes regimentales, como son los módulos de aislamiento e ingresos siguen siendo ocupados por funcionarios. Así mismo, la vigilancia de los patios de los módulos más conflictivos también muestran esta desigualdad en favor de los hombres. Las funcionarias siguen trabajando con internas y sólo se ha visto evolución en puestos de trabajo que apenas registran incidentes de agresiones o amenazas tales como consolas, rastrillos o patios de módulos de respeto.

Cuando se implantó el Real Decreto realmente era muy difícil eliminar la mentalidad general de que mujeres, funcionarias o internas, pudieran trabajar con hombres, funcionarios o internos. Sin embargo, con las nuevas promociones ya sin escalas por sexos comenzaron a incorporarse al cuerpo de ayudantes hombres y mujeres con un porcentaje muy igualado. lo que imposibilitaba que las mujeres sólo ocuparan puestos con internas, ocupando plazas que anteriormente se destinaban a la escala masculina aunque, como describo en el párrafo anterior, plazas con menor peligrosidad que otras. 

Es real que pese a que la unificación de escalas incide en la igualdad entre funcionarios y funcionarias, en la práctica es difícil que se dé. Desde los propios trabajadores/as, que voluntariamente en su mayoría escogen puestos más o menos peligrosos y ello se traduce en funcionarias en puestos "tranquilos"y funcionarios en puestos "peligrosos", hasta las directrices de los jefes, que ratifican lo anterior, la igualdad no se está haciendo efectiva de muros para adentro, pese a que haya sido un gran avance que al menos si sea igualitario el acceso al cuerpo.

Todo lo anterior es fácilmente comprobable estudiando cifras de agresiones, en su inmensa mayoría de varones internos contra varones funcionarios. aunque por desgracia las agresiones se dan en ambos sexos.

De alguna forma se sigue pensando que a los internos deben tratarlos los funcionarios y que las internas son cosas de funcionarias y nada más lejos de la realidad, pues en los casos en que las funcionarias ocupan un puesto de mayor peligrosidad con internos se ha visto que la respuesta a problemas acaecidos en el trascurso del servicio ellas lo han solventado igual o mejor que los funcionarios.

Dicho todo lo anterior, referido a los trabajadores, también habría que incidir sobre la mentalidad de los internos e internas, ya que muchos/as vienen de ambientes de patriarcado y machismo, cuando no de violencia de género asentados y bien vistos, por lo que a veces no aceptan una directriz proveniente de una funcionaria por el hecho de ser mujer.

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